Adam Smith ha sido uno de los economistas que mejor ha entendido el dinero y su papel en la sociedad. Por eso recomiendo leer su capítulo sobre el dinero (Libro II, capítulo 2) en su obra La riqueza de las naciones. Añado los que considero los tres mejores extractos del capítulo (si tenéis que leer uno, que sea el final del tercero). El primero, sobre la utilidad de los sustitutos monetarios y la velocidad del dinero dice así:
Cuando el papel moneda reemplaza al oro y la plata, la cantidad de materiales, herramientas y subsistencias que puede suministrar todo el capital circulante puede aumentar por el valor total del oro y la plata que antes se empleaban en su compra. El valor de la gran rueda de la circulación y distribución se añade a los bienes que circulan y son distribuidos a través suyo. La operación se parece en alguna medida a la del empresario de una gran fábrica que, como consecuencia de alguna innovación mecánica, retira su vieja maquinaria y suma la diferencia entre su precio y el de la nueva a su capital circulante, al fondo del que provee a sus trabajadores con materiales y salarios.
Es probablemente imposible determinar cuál es la proporción entre el dinero que circula en un país y el valor total del producto anual que gracias a él circula. Diversos autores la han estimado en un quinto, un décimo, un vigésimo y un trigésimo de ese valor. Pero por pequeña que sea la proporción entre el dinero circulante y el valor total del producto anual, como sólo una parte de ese producto, y con frecuencia una parte pequeña, se destina al mantenimiento de la actividad económica, siempre guardará una proporción muy considerable con respecto a esa parte. Por lo tanto, cuando merced al papel el oro y la plata necesarios para la circulación quedan reducidos quizás a un quinto de su cantidad anterior, si el valor de la mayor parte de los restantes cuatro quintos se añade a los fondos destinados al mantenimiento de la actividad, ello debe representar un caudaloso añadido al volumen de esa actividad, y consecuentemente al valor del producto anual de la tierra y el trabajo.
Una operación de este tipo se ha desarrollado en Escocia durante los últimos veinticinco o treinta años, con el establecimiento de nuevos bancos en casi todas las ciudades importantes, e incluso en algunas poblaciones rurales.
Los efectos han sido precisamente los descritos antes. Los negocios del país son casi completamente realizados con los billetes de esos bancos, con los que habitualmente se hacen las compras y los pagos de todo tipo. La plata aparece muy pocas veces, salvo en el cambio de un billete de veinte chelines, y el oro aparece todavía menos. Y aunque no todas esas empresas han mostrado una conducta intachable, y ello ha requerido una ley del parlamento para regularlas, a pesar de ello el país ha obtenido evidentemente un gran beneficio gracias a su labor. He oído decir que el comercio de la ciudad de Glasgow se duplicó en unos quince años, después de la primera instalación de los bancos allí; y que el comercio de Escocia se ha más que cuadruplicado desde el establecimiento de los dos bancos públicos de Edimburgo, uno de los cuales, llamado el Banco de Escocia, fue creado por ley del parlamento en 1695; el otro, denominado Banco Real, por concesión real en 1727. No pretendo saber si el comercio de Escocia en general o de la ciudad de Glasgow en particular se ha incrementado efectivamente en una proporción tan abultada durante un lapso tan breve. Si alguno de ellos ha crecido así, ello parece algo demasiado grande como para responder a la acción exclusiva de esta causa. Sin embargo, lo que en ningún caso puede dudarse es de que el comercio y la industria de Escocia se han expandido muy considerablemente en ese período, y que los bancos han contribuido significativamente a esa expansión.
La segunda cita, sobre la intervención estatal sobre el dinero y los efectos de esta reza así:
Es verdad que el gobierno de Pensilvania pretendió, al emitir papel moneda por vez primera en 1722, hacer a ese papel de igual valor que el oro y la plata, estableciendo penas sobre todos aquellos que establecieran alguna diferencia en el precio de sus bienes al venderlos a cambio de papel del gobierno y a cambio de oro y plata; una regulación igualmente tiránica pero mucho menos eficaz que la que se proponía defender. El derecho positivo puede hacer que un chelín sea medio legal de pago de una guinea, porque puede hacer que los tribunales de justicia estimen liberado al deudor que haya pagado un chelín. Pero ninguna ley positiva puede obligar a una persona que vende bienes, y que tiene libertad de vender o no, a aceptar en su precio un chelín como equivalente a una guinea. A pesar de las reglamentaciones de este tipo, en el curso de los intercambios con Gran Bretaña se vio que cien libras esterlinas eran ocasionalmente consideradas equivalentes en algunas de las colonias a ciento treinta libras y en otras a una suma tan abultada como mil cien libras; estas diferencias en el valor surgían de la diferencia en la cantidad del papel emitido en las diversas colonias, y en el período y seguridad del plazo de su pago y redención finales.
Y la tercera sobre la utilidad del dinero y los sustitutos monetarios:
Las más prudentes operaciones de la banca no expanden la actividad del país al aumentar su capital sino al convertir en activa y productiva a una sección mayor de lo que ocurriría en otra circunstancia. Aquella parte del capital que un hombre de negocios debe mantener inactiva o en efectivo para hacer frente a demandas eventuales es un capital muerto: mientras permanezca en esas condiciones no produce nada, ni para él ni para su país. La juiciosa acción de los bancos le permiten convertir ese capital muerto en capital activo y productivo; en materiales para elaborar, en herramientas con las que trabajar, en provisiones y subsistencias a obtener por el trabajo; en capital que produce algo para él y para su país. Las monedas de oro y plata que circulan en cualquier país, y por las cuales el producto de su tierra y su trabajo circula anualmente y es distribuido a sus consumidores correspondientes es, igual que el efectivo del hombre de negocios, todo capital muerto. Es una fracción muy valiosa del capital del país, pero que no le produce nada. La prudente actividad bancaria, al sustituir por papel una gran parte del oro y la plata, permite al país convertir una amplia sección de su capital muerto en capital activo y productivo, en capital que produce algo para el país. El dinero de oro y plata que circula en cualquier país puede muy bien compararse con una carretera, que aunque permite la circulación y el transporte hacia el mercado de todos los pastos y cereales del país, no produce nada de ninguno de ellos. La juiciosa acción de los bancos proporciona, si puedo emplear una metáfora tan violenta, una especie de carretera aérea, y permite que el país convierta una gran parte de sus carreteras en buenos campos de pastos y cereales, con lo que incrementa de forma muy considerable el producto anual de su tierra y su trabajo. Debe advertirse, sin embargo, que aunque el comercio y la industria del país puedan ser algo mayores, jamás estarán tan seguros cuando viajan, por así decirlo, suspendidos por las alas de Dédalo del papel moneda, como cuando viajan apoyados en el sólido suelo del oro y la plata. Además de los accidentes a los que se hallan expuestos por la torpeza de quienes dirigen los billetes, corren otros muchos riesgos, de los que ni la prudencia ni la destreza de tales directores los pueden librar.
La negrita es mía para enfatizar mi parte favorita de la cita.
Sí, Adam Smith, te permitimos una metáfora tan violenta como la de comparar el negocio bancario con una especia de carretera aérea que mueve la liquidez de un lado a otro para permitir que un mayor número de intercambios tenga lugar por lo visual y didáctica que es.
Aunque Adam Smith se pudiese equivocar en muchas cosas, vale la pena leerle, sobre todo en cuestiones monetarias. Se equivocó completamente al defender la teoría del valor trabajo, pero como dijo George Selgin una vez en Twitter, algo le tenía que dejar a Carl Menger.