Es fácil ver que la oferta y la demanda suelen cruzarse en alguna parte y llamar P* al lugar donde se cruzan en el eje vertical y Q* al lugar donde se cruzan en el eje horizontal. No es de extrañar que sea mucho más difícil aplicarlo al analizar problemas y pensar en la vida cotidiana. He aquí algunos errores comunes que la gente comete al utilizar la oferta y la demanda.
Primer error:
El error número uno es confundir movimientos a lo largo de la curva con desplazamientos de la misma.
Supongamos que la renta de los consumidores disminuye y que las manzanas son un bien normal. ¿Qué ocurre con el precio de las manzanas? He aquí una cadena de lógica errónea: “Si la renta disminuye y las manzanas son un bien normal, la demanda de manzanas disminuye. Cuando la demanda de manzanas disminuye, el precio de las manzanas baja. Cuando el precio de las manzanas baja, la demanda aumenta y el precio vuelve a subir. Así que el efecto neto sobre el precio de las manzanas es incierto”. Aquí se confunde un desplazamiento de la demanda con un movimiento a lo largo de una curva de demanda. La disminución de los ingresos reduce la demanda de manzanas. La disminución de la demanda de manzanas reduce el precio. Pero la reducción del precio no aumenta la demanda. Aumenta la cantidad demandada, un movimiento a lo largo de la curva. En el precio original, hay un exceso de oferta cuando la demanda disminuye. El precio debe bajar para eliminar este exceso de oferta. El exceso de oferta es eliminado por la disminución del precio: al bajar el precio, disminuye la cantidad ofrecida y aumenta la cantidad demandada (a lo largo de la nueva curva de demanda). En el nuevo equilibrio, hay menos manzanas compradas y vendidas y las transacciones se realizan a un precio más bajo. Recuerda: los cambios en el precio no desplazan la curva de demanda, sino que son movimientos a lo largo de la misma.
Segundo error:
El segundo error común es pensar que cuando algo mueve la curva de oferta, se mueve la curva de demanda.
Imagina que el precio de los huevos sube. ¿Cómo afecta esto al precio de las tortillas? Una manera errada de razonarlo sería la siguiente: “Cuando el precio de los huevos sube, la oferta tortillas disminuye porque el precio de un material de producción ha aumentado. Esto por sí mismo aumentaría el precio. Pero cuando la gente ve que el precio del huevo sube, disminuye su demanda de tortillas, lo que hace que el precio baje. El efecto neto sobre el precio de las tortillas es ambiguo”. Esto no es más que una forma indirecta de cometer el mismo error anterior, pero de forma más complicada. Otra manera de formular el mismo error sería diciendo: “Cuando el precio de la tortilla sube debido a la disminución de la oferta, este aumento de precio disminuye la demanda y baja el precio de esta”. Al escribir de esta manera, es más fácil ver cómo se confunde un movimiento a lo largo de la curva con un desplazamiento de la misma. El aumento del precio disminuye la cantidad demandada, no disminuye la demanda. La curva de la oferta se desplaza hacia dentro y hacia la izquierda, el precio de equilibrio sube para cerrar el exceso de demanda al antiguo precio; este aumento del precio reduce la cantidad demandada, aumenta la cantidad ofrecida; en el nuevo equilibrio el precio es más alto, y la cantidad comprada y vendida es menor. Sí, cuando el precio de los huevos sube, la gente va a comprar menos tortillas. Pero no se trata de una disminución de la demanda. Se trata de un aumento del precio de las tortillas provocado por una disminución de la oferta causada por ese aumento del precio de los huevos.
Tercer error:
El tercer error consiste en confundir un cambio en la cantidad de equilibrio con un movimiento de la oferta o la demanda.
Una vez más, este error se evita si se mantiene clara la diferencia entre un desplazamiento de la curva y un movimiento a lo largo de la misma. Supongamos que observamos un boom inmobiliario en una ciudad. ¿Qué pueden predecir la oferta y la demanda sobre lo que ocurrirá con el precio? Un error común, es decir: “Si hay más casas, el aumento de la oferta debería bajar el precio de las casas”. Pero un aumento del número de casas no es un aumento de la oferta. Un aumento de la oferta se produce cuando, a cualquier precio de la vivienda, los constructores quieren construir más casas. Un aumento de la oferta podría ser causado por una disminución del precio de la madera. Pero observar que se construyen más casas podría deberse a otra cosa. Supongamos que una serie de nuevas empresas se han trasladado a la ciudad provocando un aumento del empleo y un incremento de la demanda de viviendas. El aumento de la demanda también incrementará el número de viviendas de equilibrio. Pero las casas serán más caras. En resumen: un aumento de la cantidad observada de un bien indica que la demanda o la oferta se han desplazado. Pero el precio puede bajar o subir según haya aumentado la demanda o la oferta.
Cuarto error
El cuarto y último error consiste en confundir lo que la gente está dispuesta a pagar con lo que tiene que pagar y confundir lo que las empresas querrían cobrar con lo que tienen que cobrar.
Esta es también una variación sutil de algunos de los errores anteriores. Tomemos unos ejemplos para ver por qué. Imagina que parte de la ropa de Zara ha salido dañada de fábrica. ¿Qué ocurre con el precio de la ropa buena de esa tanda de producción? Habrá algún economista que piense que esta ropa tendrá que ser más cara puesto que Zara tendrá que subir precios para cubrir el coste del error y que al darse cuenta de este los clientes estarán dispuestos a pagar más. Aquí vemos dos errores graves. Zara quiere cobrar más para cubrir los costes de la ropa defectuosa, pero siempre quiere cobrar más; no hace falta un problema de fábrica para que Zara quiera subir los precios. ¿Qué impide a Zara cobrar más sin un error de por medio? La competencia. Si Zara cobra más por la ropa, pierde clientes en favor de otras marcas. La misma fuerza de la competencia impide que Zara suba sus precios cuando sufre errores con alguna tanda de producción. Tal vez el deseo de Zara de subir los precios sea más intenso después de que sus costes hayan aumentado, pero será igual de impotente que antes para llevar a cabo este deseo. Uno podría pensar que la gente está dispuesta a pagar precios más elevados si Zara tiene más costes. Pero los consumidores solo están dispuestos a pagar más en cierto sentido: si el precio de la ropa sube, la mayoría de los consumidores estará dispuesto a seguir comprando ropa más cara, aunque menos cantidad. Pero solo porque estén dispuestos a pagar más, no tienen por qué hacerlo. Tienen la opción de recurrir a otras marcas. Imagina que vas a comprar un par de zapatos en tu centro comercial local. Vas a la tienda a la que sueles ir y te parece que los precios son terriblemente altos. Al preguntar a un vendedor por los precios, se encoge de hombros y dice: “Sí, lo siento. pero la hija del jefe se casó el mes pasado y está algo corto de dinero. Así que entenderás por qué ha subido todos los precios un 30%. Y no te importará pagar un precio más alto, ¿verdad?”.¿Estarás dispuesto a pagar un precio más alto? Es posible que sí, aunque no conozcas a la hija y no hayas sido la boda. Es posible que siga obteniendo un excedente de consumo positivo al comprar los zapatos, aunque el precio sea un 30% más alto. Pero su excedente de consumo es aún mayor si va al lado y compra los zapatos en otra tienda del centro comercial a un precio inferior. Está dispuesto a pagar más, pero no tiene por qué hacerlo.
Casos
Vamos a asegurarnos que lo hemos entendido bien con un par de casos:
Por un problema de salud pública, el precio de la carne ha bajado. Como la carne y el pescado son complementarios, si baja el precio de la carne, la demanda de pescado…
Si los tipos de interés bajan significativamente, podemos esperar que las inversiones…
Si el valor de la gasolina baja, podemos esperar que los consumidores…
Soluciones
Por un problema de salud pública, el precio de la carne ha bajado. Como la carne y el pescado son complementarios, si baja el precio de la carne, la demanda de pescado caerá o aumentará
Si el precio de la carne cae porque ha aumentado la oferta, el consumo de carne aumentará y el de pescado se reducirá
Si el precio de la carne ha disminuido porque se ha reducido su demanda, el consumo de carne caerá y el de pescado aumentará
Si los tipos de interés bajan significativamente, podemos esperar que las inversiones hayan caido o vayan a subir
Si las inversiones han caido (reducción en la demanda en el mercado de fondos prestables), el tipo de interés bajará
Si el tipo de intéers baja porque el ahorro ha aumentado (aumento de la oferta en el mercado de fondos prestables), el tipo de interés bajará, aumentando posteriormente la inversión
Si el valor de la gasolina baja, podemos esperar que los consumidores hayan reducido su consumo o lo vayan a aumentar
Si la demanda de gasolina se ha reducido, el consumo disminuirá
Si la oferta aumenta, aumentará su consumo
¿Qué sabemos sobre los precios?
Sabemos que si el precio baja porque aumenta la oferta, entonces aumentará el consumo, y si el precio baja porque baja la demanda, entonces disminuirá el consumo. En otras palabras, sabemos que si el precio cambia, podemos predecir con un 50% de confianza que la cantidad aumentará, y con un 50% de confianza que la cantidad disminuirá. Algo es algo.
Muy buen artículo Eduardo
Eduardo, revisa los posts antes de publicarlos. "Si la demadna de gasolina se ha reducido, el consumo disminuáir"